Maderones

Los Maderones: son una raza forjada por la tierra, moldeada por el esfuerzo y endurecida por el tiempo. Aunque su estatura es baja (de 80 cm a 1,20m), su presencia es imponente: donde pisan, el suelo se transforma en riqueza. Incapaces de canalizar magia como otras razas, han convertido la fuerza, la inteligencia y la escritura en sus herramientas más poderosas. Son los responsables de extraer los minerales que dan vida a las piezas, y han levantado imperios económicos desde las entrañas del continente.
Respetados por su labor, aceptados en cualquier región por el valor que aportan, los Maderones han tejido una cultura basada en la unidad, el trabajo y el conocimiento oculto. Su longevidad desafía el paso de los siglos, y su legado se graba literalmente en el continente de Terraisk.

Apariencia física: Son seres de baja estatura, pero de constitución ancha y poderosa. Su cuerpo está diseñado para resistir, con extremidades fuertes y una musculatura compacta que les permite afrontar trabajos físicos intensos sin esfuerzo. Sus orejas terminan en una ligera punta en la parte superior, menos pronunciada que la de los verédits, como si la naturaleza les hubiera dado solo un susurro de nobleza, suficiente para recordar su origen sin ostentación. Su piel es sonrosada pero más hacia tonos tostados que acompañan al color de su cabello y ojos que suelen oscilar ser similares a la roca y tierra (marrones, negros, grises).
Estilo de vida: Adaptados a terrenos planos por su anatomía, los maderones forman aldeas cercanas a asentamientos mineros, donde la rotación de oficios es parte de su cultura: el que hoy extrae minerales, mañana puede ser tallador, banquero o prestamista. Aunque no pueden canalizar magia, han desarrollado una escritura secreta llamada Marnûk, cuyos grabados otorgan habilidades especiales. Solo los maderones conocen cómo inscribirla correctamente, y guardan ese saber con celo. Su vida gira en torno al trabajo, la comunidad y el respeto mutuo, formando una cadena de eslabones fuertes donde cada uno sostiene al siguiente.
Creencias: Aunque muchos siguen venerando a Arcus, diosa del bien, con el paso de los siglos han encontrado mayor afinidad con Khorvin, dios del comercio, y Morveth, dios de la memoria. Su espiritualidad es práctica: valoran la sabiduría acumulada, la prosperidad compartida y el legado que se deja a través del trabajo bien hecho.
Longevidad: A pesar de su vida activa y exigente, los maderones son sorprendentemente longevos. Su esperanza de vida se extiende entre los 3.000 y 5.000 años, lo que les permite ver crecer imperios, perfeccionar oficios y transmitir conocimientos a generaciones enteras.
Rasgos culturales: Han convertido su aparente limitación (la incapacidad de usar magia) en una fortaleza. Son temidos guerreros, incansables trabajadores y brillantes estrategas económicos. Han fundado emporios de extracción, bancos, redes de comercio y talleres de talla de piezas, elevando su influencia sin necesidad de hechizos. Son aceptados con agrado en cualquier región, pues donde hay maderones, hay riqueza, orden y comunidad. Su cultura se basa en la adaptabilidad, el respeto y la fuerza compartida.