Confesiones de un pobre pecador

Me gustaría que se entendiera que no todo el mundo se limita a escribir una frase y aceptar lo que salga. Muchos nos rompemos la cabeza describiendo luces, planos, orden de objetos, materiales, lentes y mil millones de detalles en prompts de más de cuarenta líneas. Y después seguimos: retocamos en programas externos, creamos imágenes de referencia porque la IA no logra captar lo que tenemos en mente.

También estudiamos. Invertimos horas en másters y cursos para entender qué se debe y no se debe hacer. Algunos incluso se especializan en el uso responsable de la IA y en modelos de madurez (sí, eso también existe).

Así que solo pido una cosa: si no estás de acuerdo, no llenes la red de malos rollos. Disfruta de lo que haces, aprovecha lo que te sea útil y deja que el resto haga lo mismo. De esa forma, todos seremos más felices.