Verédits

Son una de las razas primigenias de Terraisk, y en sus venas fluye la memoria de eras olvidadas. Dotados de una longevidad extraordinaria, los verédits dominan la magia como si fuera parte de su aliento, y empuñan el combate con la elegancia de quien ha vivido mil batallas. Su rasgo más característico son las orejas: afiladas y elegantes en los verédits reales y reales negros, curvadas hacia arriba, altivas y orgullosas. En las demás variantes, la misma forma se invierte de forma imposible, girada hacia abajo como si la gravedad misma hubiera esculpido su diferencia. Existen más variantes de verédits, pero en general son mezlcas de estas cuatro principales.

Verédit real:
Apariencia física: Piel rosada, que puede variar a tonos más pálidos o tostados según la exposición solar. Cabellos y ojos de cualquier color imaginable. Altura entre 1,90 m y 2,30 m.
Estilo de vida: Los verédits reales encuentran su hogar en Escandur, un reino que no fue construido, sino cultivado. La ciudad se despliega en torno a un árbol ancestral cuya presencia domina el horizonte, y sus viviendas, talladas en la madera viva de los troncos o en el corazón de los árboles, forman parte del bosque como si siempre hubieran estado allí. Esta simbiosis con la naturaleza no es solo estética: es el canal por el que fluye su magia. La música, el susurro de las hojas y el ritmo de los elementos son las fuentes que alimentan su poder. Aunque poseen agilidad y fuerza suficientes para destacar en combate, su verdadera maestría reside en el arte mágico, que practican con una elegancia que parece heredada del propio mundo.
Creencias: Mayoritariamente devotos de Aserén, dios de la vida.
Longevidad: Están dotados de la juventud eterna, con lo que no mueren por vejez.
Rasgos culturales: La extensa longevidad de los verédits reales les ha permitido convertirse en pilares del conocimiento y la diplomacia en Terraisk. Son reconocidos como grandes políticos, historiadores y maestros en múltiples disciplinas. Su palabra pesa tanto como su magia: son persuasivos, elocuentes y difíciles de doblegar en cualquier debate o negociación. La paciencia que les otorgan los siglos les convierte en estrategas formidables, y su cultura valora la precisión, la memoria y el legado por encima del impulso o la improvisación.

Verédit real negro:
Apariencia física: Piel marron oscura o negra. Cabellos blanquecinos o tonos muy oscuros, y ojos de cualquier color imaginable, predominando los claros. Altura entre 1,90 m y 2,30 m.
Estilo de vida: Los verédits reales negros convivieron durante siglos con los verédits reales, pero su deseo de expansión los llevó a dispersarse por Terraisk. Al abandonar las grandes comunidades, su natalidad se redujo, y hoy viven en enclaves más pequeños, integrados en regiones diversas. Conservan su maestría mágica y habilidades físicas, aunque su vida es más austera y solitaria. Allí donde se establecen, su presencia deja huella: no por su número, sino por su sabiduría y poder.
Creencias: Los más ancianos devotos de Aserén, dios de la vida, pero las nuevas generaciones se encomiendan a Supra Destrainy, dios del espacio y el tiempo.
Longevidad: Están dotados de la juventud eterna, con lo que no mueren por vejez.
Rasgos culturales: Las generaciones antiguas han optado por el retiro, viviendo como ermitaños en regiones apartadas, donde cultivan la introspección y preservan los antiguos códigos de conducta. Su sabiduría es profunda, pero su presencia se ha vuelto escasa. En cambio, las nuevas generaciones, más expuestas a la convivencia con otras razas, han adoptado costumbres menos rígidas. Aunque conservan su talento innato para la magia y el combate, muchos lo emplean para destacar socialmente o llevar una vida más cómoda, alejándose del ideal de disciplina y rectitud que marcó a sus ancestros.

Verédit oscuro:
Apariencia física: Poseen una estética tan perturbadora como su alma. La piel de los hombres adopta un tono morado profundo, mientras que en las mujeres se tiñe de violetao púrpura intenso. Sus orejas, antaño orgullosas y erguidas como las de sus ancestros, ahora caen hacia la tierra, como si la vergüenza de su decadencia las hubiera vencido. Esta característica es símbolo de su ruptura con la rectitud y su entrega a fuerzas oscuras. Sus cabellos y ojos pueden ser de cualquier color. Altura entre 1,90 m y 2,30 m.
Estilo de vida: La mayoría habita o ha habitado en la Corte de los verédits oscuros, una región cercana al bosque de Escandur y a la zona caótica. Allí, la corrupción ha impregnado el terreno, deformando el paisaje hasta hacerlo parecer orgánico, retorcido y vivo, como una extensión de sus mentes. Se especializan en combate sigiloso, alquimia y magia de sangre, y muchos actúan como espías, asesinos o maleantes. Su obsesión por experimentar sensaciones extremas los ha llevado incluso a domesticar criaturas salvajes como monturas, en un intento constante por sentirse vivos.
Creencias: Han abandonado toda forma de culto tradicional, entregándose por completo a deidades malvadas. Rezan a Artemisa, diosa del mal, Bersourán, dios de la locura y a Vélmior, entidad dual de la lujuria. Sus rituales son intensos, viscerales y muchas veces peligrosos, reflejo de su vínculo con lo prohibido.
Longevidad: Aunque su degradación espiritual y física les ha arrebatado la inmortalidad, siguen siendo longevos. Pueden morir de vejez, pero su esperanza de vida habitual se extiende entre los 800 y 1.000 años, tiempo suficiente para perfeccionar sus artes oscuras y dejar una huella temida en el continente.
Rasgos culturales: Surgieron de la decadencia de los verédits reales negros, tras renunciar a la rectitud y abrazar el vicio. Su cultura gira en torno al placer, el poder y la manipulación. Son sádicos, hedonistas y profundamente persuasivos, capaces de corromper tanto a individuos como a territorios enteros. Aunque su sociedad está marcada por el caos, dentro de la Corte existe una jerarquía perversa donde el más astuto y cruel asciende. La disciplina ha sido sustituida por el deseo, y la sabiduría por la obsesión.

Verédit biwé:
Apariencia física: Los Biwé conservan la elegancia natural de los verédits reales, pero con una diferencia notable: sus orejas, en lugar de apuntar hacia el cielo como símbolo de nobleza, se curvan hacia abajo, como si reconocieran su elección de una vida más sencilla y menos exigente. Su aspecto transmite calidez, con rasgos suaves y expresivos que reflejan su carácter afable. Sus cabellos y ojos pueden ser de cualquier color. Altura entre 1,75 m y 2,10 m.
Estilo de vida: A diferencia de sus ancestros más solemnes, los Biwé han optado por una existencia más relajada, mezclándose con otras razas (especialmente los arcanos) en comunidades abiertas y diversas. Prefieren la tranquilidad al protocolo, y aunque conservan habilidades mágicas, rara vez las usan con fines ambiciosos. Su día a día se basa en la convivencia, el arte, agricultura, ganadaría, forja, música, estudio sin presión y cualquier tipo de comercio.
Creencias: No siguen cultos estrictos ni rituales complejos. Su espiritualidad es serena, centrada en el respeto por la vida, la armonía entre razas y la conexión emocional con el entorno. Algunos aún veneran a Arcus o Idhal, pero lo hacen desde una perspectiva más íntima que institucional.
Longevidad: Aunque su estilo de vida es más relajado, los Biwé siguen siendo longevos. Su esperanza de vida ronda los 300 a 400 años, suficiente para explorar múltiples disciplinas sin prisa y formar vínculos duraderos con otras culturas.
Rasgos culturales: Representan la versión amable y accesible de los verédits reales. Han renunciado a la rigidez y al elitismo, abrazando una vida más cálida y comunitaria. Son empáticos, pacientes y excelentes mediadores. Aunque algunos verédits más tradicionales los consideran inferiores, los Biwé han demostrado que la bondad también puede ser una forma de sabiduría.