Arsulianos

Los arsulianos: No nacieron como raza, sino como consecuencia. Fueron arcanos sin dones, sin magia, sin gloria. Pero no aceptaron su lugar. Se apartaron del camino trazado por los dioses y eligieron otro. Lo que comenzó como ensayo se convirtió en doctrina y lo que fue rechazo, se transformó en nación. Ni veneran a nadie ni esperan milagros. Su fe está en la lógica, en la máquina y en la mejora constante. Viven lejos del suelo y de la fe. Aunque el mundo los llama exiliados, ellos se llaman a sí mismos evolución.

Apariencia física: Descendientes de los arcanos, han mutado con el tiempo hasta convertirse en una raza distinta. El contacto constante con metales, humos tóxicos y ambientes industriales alteró su biología: su piel y cabello adoptaron tonos verdes y azules, dejaron de sudar, y la endogamia los volvió físicamente homogéneos. Aunque todos se parecen, su inteligencia se ha multiplicado con cada generación. Muchos han reemplazado partes de su cuerpo por componentes artificiales, conservando su mente en estructuras mecánicas para prolongar su existencia.
Estilo de vida:  Viven en Arsúlia, una isla flotante, una ciudad elevada por plataformas tecnológicas que los separa del suelo y de la guerra. Tras el conflicto conocido como las lágrimas de sal, decidieron aislarse completamente. La ciudad está dividida en dos segmentos: el superior, donde habitan los vencedores de la guerra turquesa, y el inferior, donde sobreviven los perdedores entre desechos y escasez. No permiten la entrada ni salida sin autorización de sus gobernantes, y su contacto con el mundo exterior es mínimo y estrictamente comercial.
Creencias:  No veneran a ningún dios. Tras ser exiliados por sus experimentos fallidos, abandonaron la magia y la fe para abrazar la tecnología como única vía de evolución. Su devoción está dirigida al conocimiento, la ingeniería y la mejora constante. Para ellos, los dioses son símbolos del pasado, y la divinidad se encuentra en la precisión de una máquina bien construida.
Longevidad: La longevidad arsuliana no depende de la biología, sino de la ingeniería. Han aprendido a conservar su conciencia en cuerpos artificiales, prolongando su vida más allá de los límites naturales. No son eternos, pero su existencia puede mantenerse durante siglos si su estructura se preserva. La muerte, para ellos, es una falla técnica.
Rasgos culturales:  Valoran la inteligencia por encima de todo. Lo que comenzó como pequeños gremios de arcanos sin dones mágicos se convirtió en una nación paralela, con una forma de vida opuesta al resto de Terraisk. Su cultura se basa en el ensayo y error, en la invención, en la mejora constante. Desprecian la magia, la religión y la guerra, aunque su tecnología ha demostrado ser más letal que cualquier hechizo. Llaman pisacontinentes al resto de razas, con tono despectivo, y sus tratados comerciales siempre les benefician más a ellos. Viven ocultos, autosuficientes, y divididos por una guerra interna que aún marca su sociedad.